miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Soy a la única a la que le pasa?

Te sientes impotente cuando no puedes controlar lo que pasa a tu alrededor.
Cuando la situación está fuera de tu alcance simplemente porque no depende de ti. ¿Por qué?
Porque es cuestión de destino. Dicen que cuando no buscas, encuentras. Y es cierto. Pero la paciencia también se acaba, también tiene un límite. Sobre todo cuando ves que a todos los de tu alrededor llega su momento de ser feliz, llega la persona adecuada para estar a su lado, en fin...que llega todo.
Cierto es que todo llega a su tiempo y que la espera puede merecer la pena.
Pero, ¿a quién no le ha pasado que tiene ganas de rendirse, de no seguir adelante con esa sonrisa, de pedir que el mundo se pare para bajarte de él?
Al mismo tiempo sabes que lo único que puedes hacer es seguir adelante, ser fuerte y llevar una sonrisa en la cara como el mejor adorno que puedas tener.
A veces, el ser feliz sólo es cuestión de aprender, o no.