domingo, 8 de enero de 2012

ElBarco:)

A mí siempre me ha gustado la navidad. Hay gente a la que no le gusta por los atascos, las colas en las tiendas, niños berreando villancicos... Y es que, la navidad tiene una cara mala o buena, según se mire. Es verdad que se echa de menos a los que no están, pero se disfruta más con la gente que sí está. ¿Qué hay más broncas familiares? Pero se dan más abrazos que en todo el año. La navidad tiene dos caras, sí. Y yo, me quedo con la buena. Y si alguien no lo entiende, es que nunca ha visto levantarse a un niño en pijama, a hurtadillas a las 6 de la mañana para descubrir sus regalos en el árbol. Ni ha cantado "los peces en el río" abrazado a un amigo. Ni se ha puesto a dieta el día 7 de enero, ni se ha comido las sobras al día siguiente de la noche de reyes. Y ahora que el mundo se ha acabado, que no hay ni una sola gran vía, ni tiendas de chinos, ni campanadas en la puerta del sol, ni colonias de 100€, ni camisas que se pueden cambiar antes de los 15 días... ahora que nada de eso existe, es cuando le damos su auténtico valor a las cosas que no cuestan dinero. Ahora, solo quedamos nosotros. Los mejores regalos son las sonrisas, los abrazos... y las caricias de la gente con la que siempre podrás contar, porque son tu familia. La familia más grande del mundo. Y no os olvidéis de ser felices este año, estéis donde estéis, en cualquier confín del mundo.

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